La Luna Llena: ¿Cómo Afecta a los Signos de las Casas Astrológicas?

La Luna Llena es uno de los momentos más importantes del año astrológico. Históricamente los seres humanos hemos observado como sus cambios afectan a los ciclos de la naturaleza y a los ciclos de todos los seres vivos.

Esta fase lunar marca un momento de transformación y de conexión con nuestra energía interna. 

Pero, ¿cómo afecta a los signos de las casas astrológicas? La luna llena suele traer consigo cambios en nuestro sistema emocional y por tanto también tiene el potencial de modificar mediante éstos, aquellas áreas de la vida que cada casa astrológica rige.

Conociendo qué signos de las casas astrológicas se ven afectados, podremos prepararnos para los cambios que se avecinan y sacar el máximo provecho de este momento de transformación.

Si necesitas calcular tu carta, podes hacerlo en astro.com y observar en que casa por tránsito te cae la luna. 

Pero para poder entender un poco más en profundidad de que va esto, es importante saber qué energía se mueve según la casa donde nos cae la luna. 

En esta entrada te compartiré a grandes rasgos los temas que cumplen un ciclo cuando la luna llena transita cada casa.

La luna llena en Casa 1: esta casa habla del yo. Nuestra percepción, como nos vemos a nosotros mismos en relación al entorno. Es como el espacio que ocupamos en este mundo. La base, el comienzo. La sensación de ser. La luna llena en esta casa habla de síntesis en relación a como nos posicionamos frente al mundo y cual es nuestra autoimagen. También habla de necesidad de cerrar visiones limitantes del yo para poder emprender nuevos desafíos.

La luna llena en Casa 2: la casa de los bienes materiales propios. De lo mio, la noción de lo propio. La luna llena aquí habla de una necesidad de resumir un ciclo en relación a como generamos nuestro sustento, a como vemos el mundo manterial. Tambien habla de nuestra autoestima, de nuestra relación con lo que valemos. Puede tocar emociones de posesividad, y obligarnos a soltar lo que ya no suma para tener espacio para lo que viene.
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La luna llena en Casa 3: se resume un mindset que ya veníamos en proceso de cambio. Una luna emplazada den casa 3 toca nuestra mente, también todo lo regido por el aire, cambios necesarios a corto plazo para movernos hacia adelante, mudanzas, movimientos también a nivel simbólico de como concebimos nuestro entorno cercano. Una casa muy mental y ágil.

La luna llena en Casa 4: luna que cierra ciclos emocionales, relacionados a la familia, el hogar, lo que concebimos como entorno familiar de nuestro origen y nuestra vida diaria. Puede cambiar o mutar nuestra sensación de pertenencia. Como proceso relacionado a nuestras raíces, puede ser intenso, movilizador y profundo. Todo lo que mueve la casa cuatro es emotivo y removedor.

La luna llena en casa 5: el ciclo se relaciona con nuestra creatividad, vocación y en la forma en la que hacemos las cosas. La casa 5 trae energía del sol, de como nos mostramos y que nos hace brillar. Cambios en nuestro modus operandi relacionado a nuestras actividades recreativas. Es la casa de los hijos, las creaciones. Todo lo relacionado con la acción de crear estará cumpliendo una etapa. Incluso la relación con la mapaternidad

La luna llena en casa 6: la casa del cuerpo, el cuidado y la rutina cotidiana. Con la luna llena aquí, la energía de las actividades relacionadas a nuestro trabajo diario (relacionado con el aquí y ahora y nuestra fisicalidad) muta y cambia. Puede que nuestra rutina de horarios cambie, que incorporemos nuevas formas de hacer las cosas, o que cambiemos la actividad cotidiana en pro de un bien mayor. 

La luna llena en casa 7: el ciclo se cierra en torno a mi búsqueda de equilibrio. La casa 7 se moviliza en torno al la necesidad de que todo sea un 50/50, aplica a lo que creamos en pares (pareja, amigos, compañero de trabajo, socio). Algo que venía desbalanceado se reajusta. La fuerte necesidad de proyectar cosas claras establece parámetros de relacionamiento equitativos para poder construir desde el equilibrio.

La luna llena en casa 8: el ciclo cobra aun mas significado de final en casa 8. De la mano de Pluton, probablemente se precipite algo que terminó y se relaciona con el valor compartido, lo que no queremos ver o traer a la superficie. Si venias negando algo, no entrando en contacto con una situación que probablemente ya terminó este tránsito te obligará a ponerle cara y cuerpo a esas emociones.

La luna llena en casa 9: ciclo que cierra en torno a nuestro transito por este mundo. Con Júpiter como regente de esta casa la expansión es el tema que se sintetiza. Para que podamos expandir horizontes es preciso que dejemos atrás quienes ya no somos, lo que no nos representa, ideológicamente y a nivel de creencias. Se modifica y culmina una búsqueda de entendimiento entre el yo y un propósito expansivo.

La luna llena en casa 10: nuestra noción de éxito cumple una etapa y abre la puerta para la resignificación. La casa diez, de la mano de Saturno nos trae energía del deber ser y como este debe cambiar para que este al servicio de nuestros deseos y no a la inversa. Se cierra una forma de ser frente a las obligaciones y a nuestra noción del deber. Un tránsito ideal para reconectar con cómo nos mostramos al mundo.

La luna llena en casa 11: si la luna llena es una síntesis de cambio, en esta casa once el cambio se plasma de forma más real. La casa de Urano nos modifica la noción del entorno de amistades. Trae la necesidad de conectar mas desde quienes somos con causas relacionadas al bienestar colectivo, causas sociales. Si venís transitando modificaciones en cómo te moves entre estas áreas, este tránsito te ayudará a darle luz e impulso a las acciones que precisas tomar para cerrar el ciclo.

La luna llena en casa 12: y si de cierres hablamos la casa 12 es sin duda la casa de los cierres. Aquí la energía va de nebulosa que nos lleva a bajar fichas en diversas áreas de la vida pero que todas están conectadas con una necesidad de transcendencia. Entonces, si te toca este tránsito, podes sentir que precisas dejar de lado temas terrenales y conectarte de forma más sutil a vos o a tu entorno. Se activa el inconsciente, afloran temas relacionados al karma o aquellas historias o asuntos que vienen de larga data. Esto además con una carga emocional intensa. Así que a cuidarnos y tomarnos un tiempo introspectivo.